La heladería líder del país se declara en bancarrota por deudas
El negocio que a muchos nos conquista en el verano no está pasando por su mejor momento. La situación financiera de una famosa cadena de helados en Estados Unidos ha generado preocupación entre sus seguidores. Con deudas que ascienden a millones, se encuentran evaluando incluso la posibilidad de declararse en quiebra.
Esta cadena de heladerías, que es sin duda un clásico para muchos, hizo una jugada que parecía segura, pero terminó llevándolos a una situación financiera complicada que podría afectar su continuidad. A veces, las empresas se encuentran en una encrucijada cuando los ingresos no son los esperados, y eso es exactamente lo que está ocurriendo aquí.
Deudas de millones: qué pasó con M&M Custard
La compañía que maneja varias sucursales de Freddy’s Frozen Custard & Steakburgers anunció que no puede cubrir sus obligaciones económicas. Por eso, han comenzado un proceso de quiebra para intentar reestructurarse. Según los documentos presentados, tienen activos cercanos a 5 millones de dólares y deudas que superan los 27 millones.
Un factor clave en este problema viene de Chicago. Allí, la empresa abrió nuevas sucursales esperando que les fuera bien, pero la realidad fue otra: las ventas fueron mucho más bajas de lo que habían imaginado, dejándolos con pérdidas importantes y arrastrando consigo al resto de las sucursales.
A pesar de la crisis, siguen funcionando
Aunque han iniciado el proceso de quiebra, la empresa aclaró que sus otras sucursales continuarán abiertas. La idea es mantenerlas en funcionamiento mientras revisan costos, contratos y deudas. Quieren determinar cuáles locales pueden seguir funcionando y cuáles deberán cerrarse o venderse.
Una de las buenas noticias es que Freddy’s como marca no está en quiebra. Las sucursales que se manejan correctamente siguen atendiendo con normalidad. Esto se debe a que el problema afecta solo a la empresa que administraba un grupo de sucursales, no a toda la red.
El proceso de bancarrota en Estados Unidos permite que una empresa siga operando mientras reordena sus deudas. Esto le da un respiro para buscar acuerdos con los acreedores y encontrar soluciones para los locales no rentables. Muchos de ellos están generando ingresos suficientes para mantener sus operaciones y empleos, evitando así un cierre masivo mientras se definen los próximos pasos.
En resumen, aunque los tiempos son difíciles para algunos, la cadena de helados sigue siendo un faro de esperanza y delicadeza en el paladar de muchos.